lunes, 30 de junio de 2008

Milan llamando

Por estas latitudes las cosas van bien. La pega esta estable (deberian contratarme medio tiempo en mi pega de $ub$i$tencia -notese segunda vez en mi vida que tengo un contrato indefinido-). Con el hombre, lo normal: altos y algunos bajos -bajos que se resuelven altos-. El calor se declaro con una que otra tormenta momentanea y salvaje, que en medio la vieja ciudad del viejo continente, muestra a madre natura en su maxima expresion (calentamiento global?). Las vacaciones boreales se aproximan. Hago lo que puedo, pero lo que puedo extra no es mucho y trato de no sentirme culpable (o, al menos tener la culpa bajo control).
Solo una cosa en concreto, solo una cosa que me nace de la guata y trato de no pescarla. Trato pero no siempre puedo: necesito tanto, tanto, tanto, unas horas con algun@ de l@s mios, de frente, en chileno, para tocar(se), beber(se), escuchar(se) y decir(se). Es mas fuerte que yo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querida Mía. Yo también te ando buscando, soñándote y contándole a Cristóbal de ti cada vez que hace sonar frenéticamente el preciado cascabel que le regalaste mucho antes de que pudiera sostenerlo en una mano. Ahora que anda percutando todo lo que pueda sonar, y corriendo detrás de Manolito y Albini, ya sabe de ti, que vives lejos y que para verte -por ahora- tenemos que tomar un avión... Pero tranqui: por mientras hagamos salú a la distancia juntando las ganas para cuando lo hagamos personalmente. Te quiero mucho y te extraño con merkén...

Pame Recetas dijo...

Se entiende muy bien la nostalgia.