Hace 5 años que te fuiste, o quizas un año y un dia?, no logro recordarlo. Era un dia soleado, iniciaba la primavera de un duro invierno. Yo estaba en el trabajo y me llamaron de la Clinica. Pablo estaba en el trabajo y lo llamaron de la Clinica. En 15 minutos nos encontramos en Plaza Italia, partimos en el metro tomados de la mano. Tomados de la mano llegamos a la Clinica. Ahi estuvo la Xandra, nuestra hermana, tomada de la mano con nosotros. Aún te siento, aún siento el momento en que te fuiste, en que eso que llaman alma dejo eso que llaman cuerpo. Buen viaje madre entre la pena y el alivio.
El dia tenia que llegar, lo sabiamos. De tres en tres se te iba la vida. Los últimos 3 meses en la Clinica, las últimas 3 semanas –despues de un par de dias criticos, pero tu fuiste mas fuerte- en que eras un suspiro de tu vida, los últimos 3 dias en que sólo nos quedaba esperar haciendo la “vida normal” en que se había convertido la existencia despues de un año y medio de hospitales, examenes, tratamientos, medicinas y todo lo que tu querias para “mejorarte”.
Recuerdo, para ti el gran problema era el coxis. Del cáncer al pulmón y las metástasis cerebrales, ni hablar.
Amiga de mis conocidos, conocida de mis amigos; si no nos topabamos en el bar, nos encontrabamos en la marcha; exonerada politica hasta la médula de los huesos –¿cuántos dias estuvieste en huelga de hambre por tus derechos?. Fue esa, tu lucha, la que te garantizó atención médica cuando el cáncer hizo su imperturbable aparición-, tu llanto silencioso y desgarrador cada 11 de septiembre en los 70, me hizo entender el “porqué no” de esos horribles años. Siempre con la risa lista, mas aun cuando estabas triste (pero eso nadie lo sabia), la mas popular de Bellavista, amiga del mozo del Venezia, del dueno de "la Maca", de vendedor de cuchuflis de Santa Maria. Madre cantarina, progre con todo menos con la hierba –con el exceso, decias tu mientras fumabamos-. Todo eso, y canuta.
Decian que nos pareciamos, nos seccionabamos parte por parte delante del espejo y terminabamos cantando a dos voces "En que nos parecemos", ahora te veo cuando me miro en las vitrinas.
El dia tenia que llegar, lo sabiamos. De tres en tres se te iba la vida. Los últimos 3 meses en la Clinica, las últimas 3 semanas –despues de un par de dias criticos, pero tu fuiste mas fuerte- en que eras un suspiro de tu vida, los últimos 3 dias en que sólo nos quedaba esperar haciendo la “vida normal” en que se había convertido la existencia despues de un año y medio de hospitales, examenes, tratamientos, medicinas y todo lo que tu querias para “mejorarte”.
Recuerdo, para ti el gran problema era el coxis. Del cáncer al pulmón y las metástasis cerebrales, ni hablar.
Amiga de mis conocidos, conocida de mis amigos; si no nos topabamos en el bar, nos encontrabamos en la marcha; exonerada politica hasta la médula de los huesos –¿cuántos dias estuvieste en huelga de hambre por tus derechos?. Fue esa, tu lucha, la que te garantizó atención médica cuando el cáncer hizo su imperturbable aparición-, tu llanto silencioso y desgarrador cada 11 de septiembre en los 70, me hizo entender el “porqué no” de esos horribles años. Siempre con la risa lista, mas aun cuando estabas triste (pero eso nadie lo sabia), la mas popular de Bellavista, amiga del mozo del Venezia, del dueno de "la Maca", de vendedor de cuchuflis de Santa Maria. Madre cantarina, progre con todo menos con la hierba –con el exceso, decias tu mientras fumabamos-. Todo eso, y canuta.
Decian que nos pareciamos, nos seccionabamos parte por parte delante del espejo y terminabamos cantando a dos voces "En que nos parecemos", ahora te veo cuando me miro en las vitrinas.
Han pasado 5 años ya, cuantas cosas han pasado en estos 1.800 dias. Se que todas las sabes, se que ves crecer a tus nietas, se que de alguna forma estas con mi hermano, se casi todo lo que me dirias en los momentos oscuros –en casi todos, menos en ese-, se que ves envejecer a mi abuela y te preocupa, se que su fuerza no la esperabas, se que estás en las pinceladas de la Chica, en las marchas de estos dias. Se que estás y sigo arrepintiendome de lo dificiles que se nos hacian los besos y los abrazos.
Una foto de familia, para algunos extragna, para nosotros dulce.